EL SISTEMA PENITENCIARIO EN PARAGUAY
Presentado por: Adelma Roca Alvarez
Maestría en Derecho Penal
y
Derecho Procesal Penal
En Paraguay el sistema penitenciario
soporta graves deficiencias, y antes que cumplir con el objetivo de reinsertar
a las personas infractoras a la sociedad, va perfeccionándose en una verdadera escuela de la
delincuencia. Los organismos encargados del sistema son teóricamente los
correctos, pero la función que realizan no se ajusta a las necesidades reales
de las cárceles.
La Dirección de Institutos Penales (DIP),
dependiente del Ministerio de Justicia y Trabajo, es la encargada del control
de todo el régimen penitenciario integrado por 10 penales y dos correccionales,
existen dos cárceles de mujeres; además, funciona desde hace unos años un centro
de rehabilitación de menores infractores.
La ley establece que el régimen se
caracterizará por su progresividad, y en los casos de condena constará de un
periodo de observación, uno de trata-miento, y por último de un periodo de
prueba y de libertad condicional. El
cumplimiento de estos pasos
contribuiría a la
recuperación de la
persona condenada a tantos años
de prisión; sin embargo, tal progresividad
no existe ni puede existir, pues el régimen se mueve
en condiciones de absoluta precariedad que no permite la aplicación de los
referidos periodos. Hay grandes deficiencias de fondo que deben ser tenidas en
cuenta por las autoridades: no existen recursos económicos suficientes ni hay
personal apto y debidamente entrenado para llevar adelante un programa ideal
como el establecido. Todo el sistema se mueve dentro de una absoluta
precariedad.
La ley penitenciaria de Paraguay es letra muerta, ninguno de los 94 artículos
se cumple como debe ser. Se habla de respeto a los derechos humanos y de
brindar las herramientas necesarias para que internos e internas puedan ser
nuevamente viables socialmente, pero la absoluta falta de atención a las
cárceles convierte el sistema en una bomba de tiempo.
LA
SITUACIÓN PENITENCIARIA
Desde los días del stronismo el sistema penitenciario paraguayo ha
cambiado para mejor. Notablemente, se ha reducido el índice de prisión
preventiva del índice del 90% que se registró durante la dictadura. Nuevas
construcciones han aumentado la capacidad y mejorado la infraestructura de
varios centros de
detención. Granjas penitenciarias y otros centros de rehabilitación que
permiten a los
internos tener oportunidades de trabajo han sido introducidos con evidente
éxito. Sin embargo, las condiciones en muchas de las penitenciarías del país continúan siendo
calamitosas. Estadísticas oficiales e informes revelan tanto éxitos como tareas
pendientes en el sistema penal paraguayo.
La superpoblación en particular es una de las
condiciones existentes más serias, extensas y agravantes en las penitenciarías
paraguayas. El ejemplo que resalta más es el de la Penitenciaría Nacional
de Tacumbú, una institución con una capacidad de aproximadamente 1.200
prisioneros, pero que alberga típicamente a 3.000 internos.
A cada día
que pasa la población penitenciaria va en aumento convirtiéndose en un problema nacional creciente. Otro problema preocupante es la ausencia de separación entre reclusos con prisión preventiva
y aquellos que ya han sido condenados. Aquellos que conocen las penitenciarías
paraguayas cuentas que este tipo de integración fomenta la delincuencia, ya que
expone a aquellos que han sido acusados de cometer delitos, a la influencia
directa de reincidentes. En suma, el
propio hacinamiento originado por el recurso excesivo a la prisión, tiene
implicancias negativas para la segundad mediata y las condiciones de vida de todos
dentro de las instituciones penitenciarias. Las cárceles, particularmente las
más superpobladas, son "depósitos humanos” donde los internos viven como
animales hacinados en una situación que multiplica el malestar o nerviosismo,
elementos propios para la generación de violencia. Los choques entre reclusos,
y de éstos contra los guardias son frecuentes y muchas veces fatales. Dado el
predominio de estos peligros, los prisioneros tratan de mantenerse en grupos
por protección, algunos inclusive buscando: seguridad inherente al
confinamiento solitario.
A más de estos riesgos e incidentes de conflicto existen también necesidades básicas insatisfechas, desde celdas utensilios para comer y asistencia
médica. Centenares de personas, por ejemplo no tienen espacios en las celdas, y
deben dormir en los corredores o afuera expuestos a las fuerzas de la
naturaleza. Otros no tienen camas y comparten un solo cuarto de baño con otros 200 o más. Los
reclusos deben utilizar platos de utensilios rolos y sucios para consumir agua
o comida.
La defensoría
del Pueblo afirma que dentro de casi todos las cárceles del Paraguay prolifera
el consumo de estupefacientes y alcohol
y que también se práctica la
prostitución siendo los responsables directos de los mismos los mismos guardia
cárceles quienes a cambio reciben considerables sumas de dinero. Otra forma
aparentemente común de corrupción y extorsión que involucra a los guardias es
la agresión física y el confinamiento en calabozos salvo caso que para evitarlo se
pague por ello.
Es necesario que en el Paraguay se busque reproducir los programas de
detención que han tenido éxito, tales como el de “La Esperanza,” en vez de
continuar ignorando la falta de oportunidades para la readaptación de los
condenados.
LA UNIDAD PENITENCIARIA INDUSTRIAL ESPERANZA:
- Nació como política pública gubernamental, y se encaró directamente en la creación y puesta en funcionamiento de un MODELO PENITENCIARIO DIFERENTE, destinado en forma EXCLUSIVA PARA CONDENADOS.
- Se establecieron por un llamado público de concurso las condiciones del mutuo, a fin que la firma o empresa privada se responsabilice por prestar servicios técnicos especializados penitenciarios. La empresa adjudicada, ejecuta la prestación de los servicios técnicos especializados, bajo la supervisión y fiscalización diaria y permanente de la autoridad penitenciaria.
- Antes de su puesta en funcionamiento, para la selección del personal que actualmente presta servicios dentro del recinto, fue ejecutada esa selección por una consultora externa con experiencia en materia penitenciaria, en ese nuevo penal.
- Se hizo énfasis en el respeto de los derechos humanos de los internos, a tal punto, que la firma contratada no puede utilizar ningún tipo de arma en su prestación de servicios ni ejercer actos de violencia innecesaria.
El sistema cuenta con:
- Un plantel de profesionales que atienden permanentemente al interno; Abogados, Psicólogos, Psiquiatra, Médico, Odontólogo, Trabajadoras Sociales, Enfermeros, Capellán.
- Los encargados de la Seguridad Interna actúan como Agentes de Disciplina. Mientras la seguridad externa y traslado de internos está a cargo de Funcionarios Guardias Oficiales.
- Desde su ingreso se provee al interno de vestimenta e insumos propios para su permanencia, es alojado en celdas de Admisión y es previamente evaluado antes de su ubicación en pabellones por las profesionales del plantel.
- Existe horario para las comidas, que son aprobadas por la autoridad penitenciaria diez días antes por menús.
- Los horarios de recreo, de estudios normales, y laborales, etc., son todos controlados y respetados.
- Varias Empresas instalaron industrias para contratar mano de obra penitenciaria, alcanzando a la fecha al 45% de la población penal.
- Estas Empresas o firmas, contratan mano de obra de internos, que son capacitados previamente por la Institución en interacción con otras instituciones públicas.
- A cada interno se le retiene el 30% del peculio obtenido por su actividad laboral, conforme lo establece la ley penitenciaria, obteniendo así un soporte económico post penitenciario, atendiendo a que ese dinero puede retirarlo solo al ser puesto en libertad.
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